Irma Grese, el Ángel de la Muerte

Irma Ilse Ida Grese, nació en 1923 y falleció en 1945. A pesar de su apariencia, joven, guapa y coqueta, fue una de las mujeres más sádicas del Tercer Reich, usaba a sus prisioneras para humillarlas, tortularlas o como objetos sexuales entre otras bestialidades. Por ello recibió el apodo de "el ángel de la muerte".



Irma Grese nació en 1923 en Alemania. Su padre era agricultor y un acérrimo opositor al NSDAP. Su madre, se suicidó en 1936 al enterarse de una infidelidad por parte de su marido. Irma era una estudiante mediocre, llegando a dejar la escuela a la edad de 15 años. Grese decide unirse a la Liga de las Juventudes Femeninas Alemanas, en contra de los consejos de su padre.

En 1942, con apenas 18 años, se presenta como voluntaria en el campo de concentración de Ravensbruck, donde consiguió ser admitida. Al regresar a su casa con el uniforme correspondiente, su padre la echa de casa debido a que no está nada de acuerdo con los ideales de su hija. Irma denuncia estos actos y su padre entra en prisión. Hasta aquí un breve resumen de su vida personal antes de llegar a los campos de concentración, así que vamos a ello…



El campo de Ravensbruck estaba situado al norte de Alemania, cerca de Berlín. Era un campo destinado únicamente a mujeres. Irma tuvo que esperar a cumplir los 18 años para alistarse en el cuerpo de las SS, como guardiana de campo. A partir de aquí empezó su adiestramiento y donde empezó a mostrar una actitud agresiva hacia sus prisioneras, así como un placer sádico al ver el sufrimiento de los demás. Estuvo destinada en dicho campo durante 7 meses y en 1943 fue destinada a Auschwitz, donde sus actos son más recordados y donde recibió diversos apodos como “el ángel de la muerte”, “la bella bestia”, etc.

Ya en Auschwitz ingresó como guardiana de campo, pero a finales de año, con sus brutales métodos de tortura y su defensa de los ideales del Nacional Socialismo, consiguió convertirse en supervisora, siendo la segunda mujer con mayor poder en el campo justo por detrás de Maria Mandel, que fue otra criminal de campo nazi de la que hablaremos en futuras publicaciones. Ellas dos eran las encargadas de más de 30.000 prisioneras judías del campo.



Irma se presentaba ante sus prisioneras a pasar revista con un látigo que no dudaba en usar si alguien la miraba a los ojos o por simple placer y los dejaba morir desangrados e incluso a modo de complejo lo usaba contra presas de pechos grandes. También dejaba que los perros atacasen a las prisioneras, perros que llevaban días sin comer. Llevaba pistola encima siempre, que la usaba frecuentemente para encañonar a sus prisioneras. Pero quizás sea más reconocida por sus abusos sexuales y su adicción al sexo, ya que se acostaba tanto con sus compañeros como con sus compañeras. E incluso se masturbaba viendo el sufrimiento de sus prisioneras. Una joyita vaya…

Antes de ser detenida el 15 de abril de 1945, Irma estuvo de nuevo en el campo de Ravensbruck y de Bergen Belsen, donde continuó poniendo en práctica sus métodos y aumentando su “fama”. En los conocidos juicios de Belsen fue acusada por los crímenes cometidos en los diferentes campos donde estuvo.
Irma Grese renegó siempre de los asesinatos de los que era acusada y nunca renegó de su ideología nazi e incluso cantaba himnos de las SS mientras estaba presa.



La sentencia final fue que debía morir en la horca junto con otros camaradas de las SS. Contaba con apenas 22 años. Fue ejecutada en la prisión de Hamelin en Alemania el 13 de diciembre de 1945. Sus últimas palabras antes de ser ahorcada fueron “SCHNELL!!!” que significa “¡Rápido!

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