El partido de la muerte. ¿Realidad o ficción? (Parte II)

"El partido de la muerte, como tal, no existió". Así de tajante se mostró el hijo de uno de los componentes del FC Start. 


Como comentamos en el post anterior, esta increíble y heroica historia tiene otra versión. Quizás sea la más oficial y real contada hasta el momento, ya que la cuenta el hijo de uno de los futbolistas del FC Start y que vio con sus propios ojos el partido y las consecuencias. A continuación os pondremos algunos comentarios del superviviente para que saquéis vuestras propias conclusiones. 

El protagonista de la historia se llama Vladlen Putistin, hijo de un miembro del equipo ucraniano FC Start llamado Mijail Putistin. Este muchacho contaba con apenas 8 años cuando se produjo el famoso "partido de la muerte" en el cual participó como recogepelotas.


El joven cuenta a una famosa periodista que el partido se jugó con mucha pasión e intensidad, pero que en ningún momento hubo violencia por parte del equipo alemán. "No hubo patadas, nadie dijo a los jugadores que tenían que perder. Hubo momentos muy tensos, pero porque el partido fue intenso, con una gran remontada". Para demostrar que no hubo ningún problema, Vladlen muestra una foto que se realizó al finalizar el encuentro en la que posan juntos ambos equipos, mezclados y sonrientes. También desmiente el suceso de que fueran fusilados esa misma noche, ya que al finalizar el encuentro "nos fuimos a casa a celebrar la victoria". También confirma que se continuó con los partidos programados.
El equipo Flakelf, formado por soldados alemanes, tenían unas condiciones físicas sobresalientes, pero su técnica futbolística era bastante deficiente, a diferencia del equipo ucraniano, que poseían una gran técnica futbolística al haber sido miembros de equipos profesionales en la Ucrania Soviética.
El motivo de las detenciones también son mencionadas por nuestro protagonista. Las detenciones llegaron semanas después. La Gestapo hizo llamar a los jugadores del FC Start "ya que querían interrogarlos para comprobar si eran miembros del partido comunista". A pesar de todos los rumores que hay, la auténtica verdad es que "el Dinamo de Kiev era una estructura del NKVD, que era la policía secreta de la Unión Soviética".  Además, la Gestapo quería comprobar que entre los jugadores no había ningún espía ni que fuesen a realizar sabotajes. Uno de los interrogados murió por las torturas y descubrieron en fotos personales que pertenecía al NKVD ya que posaba con el uniforme oficial. La policía alemana al no poder comprobar si el resto de jugadores tenían relación con los soviéticos, decidieron mandarlos a campos de concentración.


Esta increíble historia ha sido contada en la gran pantalla con actores de gran calado mundial, aunque puede tratarse de una propaganda muy bien elaborada por la Unión Soviética. Como siempre, nos gustaría saber vuestra opinión. ¿Realidad o propaganda? Intentaremos traeros historias así de interesantes.
KyA 

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